Éxodo 8:23: | Y yo pondré redención entre mi pueblo y el tuyo. Mañana será esta señal. |
Rut 4:7: | Había ya desde hacía tiempo esta costumbre en Israel tocante a la redención y al contrato, que para la confirmación de cualquier negocio, el uno se quitaba el zapato y lo daba a su compañero; y esto servía de testimonio en Israel. |
Job 33:24: | Que le diga que Dios tuvo de él misericordia, Que lo libró de descender al sepulcro, Que halló redención; |
Salmos 49:8: | (Porque la redención de su vida es de gran precio, Y no se logrará jamás), |
Salmos 111:9: | Redención ha enviado a su pueblo; Para siempre ha ordenado su pacto; Santo y temible es su nombre. |
Salmos 130:7: | Espere Israel a Jehová, Porque en Jehová hay misericordia, Y abundante redención con él; |
Lucas 2:38: | Esta, presentándose en la misma hora, daba gracias a Dios, y hablaba del niño a todos los que esperaban la redención en Jerusalén. |
Lucas 21:28: | Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca. |
Romanos 3:24: | siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, |
Romanos 8:23: | y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo. |
1 Corintios 1:30: | Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención; |
Efesios 1:7: | en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia, |
Efesios 1:14: | que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria. |
Efesios 4:30: | Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención. |
Colosenses 1:14: | en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados. |
Hebreos 9:12: | y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención. |